sábado, 14 de octubre de 2017

14/52 - Valeria Guzmán



El merme
  
“En soledad convoca lo que oculta”
María Baranda, Atlántica y el rústico 

Dijo hoy dejo a los humanos.
Tomó las palas y las clavó en el agua.       
Ahora sí que saco algo            
de la corriente, de la calma.                          

Se desentendió río abajo.
Cada pueblo que dejaba                       
le avisaba al venidero         
Ahí va el Solo con una bengala.                    

Aterrizado, las aldeanas le daban jícara en brazos
fascinadas de conocer la soledad en un rostro.
Recostado en sus piernas, alucinaba merecerlas;           
veía desde abajo sus pezones,
le parecían los párpados de Dios
en la bóveda nublada de follaje.
Ebrio rezaba, que no regrese el lenguaje
como si hubiese olvidado de veras.

Un receloso lo regresó, de piernas e hinchado de fermento,
a su lancha:                      
que se vaya, que se acuerde
desamarrando en una mano el conjuro
y apurando un cuchillo en la otra.

El Solo amaneció en pleno Iquitos
con palabras apuradas en la boca
y las cuerdas de la garganta rotas.

Mirada de Valeria Guzmán (poeta amiga de los caballos) sobre una fotografía de Pedro Tzontémoc.




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