El hombre que empuña un remo
El hombre que empuña un remo
empuña un rifle. La niebla
--que una vez estuvo dentro
de sí mismo-- lo rodea.
No se atreve a disparar:
ignora si la silueta
que vislumbra es un volcán
que adormilado lo sueña
o la carpa de algún circo
fantasma de cuyas fieras
sólo sobrevive, intacto,
el silencio que bosteza.
La barca como un escualo
con las fauces entreabiertas
--la proa y su doble, náufrago--
tizna el agua que platea.
El hombre que empuña un rifle
empuña un remo. Navega
el relato impredecible
del tiempo, cámara lenta.
Mirada de Orlando González Esteva (escritor) sobre una fotografía de Pedro Tzontémoc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario